Un mar de dudas te asaltan cuando en el colegio te insinúan que puede que su comportamiento haya empeorado por su aburrimiento en clase. Molesta a los compañeros y prueba a los profesores. Puede que lo sea, pero no lo sabemos, lo mejor sería hacer unas pruebas para ver que sale…
En este momento se te acelera el corazón, incertidumbre, dudas y más dudas… y…
¿ahora qué? ¿Dónde lo llevo?¿qué implica?¿qué debemos hacer desde casa?¿qué harán desde el colegio?
Cuando nosotras íbamos a clase, los superdotados eran aquellos que lo sabían todo, de cualquier materia, en cualquier curso y en cualquier contexto, sabían comportarse perfectamente, utilizaban un lenguaje que solo los adultos parecían comprender y sobre todo, no se relacionaban con el resto de la clase. Tampoco hacía falta, total lo que tenían que decir no nos interesaba lo más mínimo.
Tú ya tenías suficiente con lo tuyo ¿no?
Bueno, pues te encuentras ante el profesor de tu hij@ y te está diciendo que puede que el tuyo lo sea.
A ver, tú siempre has notado que era muy inteligente, cuando era pequeñ@ su evolución era más rápida de lo que indicaban los libros que ibas leyendo y que muchos de los hijos de tus amigos. Sus intereses han sido diferentes a los de sus compañeros de la misma edad. Te llama la atención su elevada sensibilidad, su empatia, sus preguntas y sobretodo que quiere las respuestas, que interrelaciona conceptos y cuando la explicación no le cuadra… ¡Madre mía! ahí ya no para de preguntar.
Pero, no le dabas la más mínima importancia, los mitos se han encargado de hacerte creer que hay tan pocos que es imposible que el tuyo sea tan inteligente. Los anteriores profesores también se encargaron de “ponerte en tu sitio” con frases como:
“Todos los padres creen que su hijo es el más inteligente, pero cuando lo pones en una clase… ahí ves realmente lo que hay”
Pues, déjame decirte una cosa, según estudios realizados en Madrid, la fiabilidad en la nominación de los padres está muy cerca de la nominación de los profesores. Los docentes, muchas veces lo que vemos es el rendimiento y no siempre explica la AACC. Hay niños muy trabajadores que consiguen excelentes resultados académicos con su esfuerzo y no tienen AACC y niños que teniendo AACC por su falta de esfuerzo no obtienen los resultados que cabría esperar. En este último caso, cabría ver cuál es el motivo para que no obtenga esos resultados. Las causas pueden ser múltiples: desde problemas sensitivos no detectados (vista, oído…), problemas orgánicos, problemas actitudinales e incluso problemas emocionales.
Debemos ver cuál es la causa, trabajar sobre ella para revertir el bajo rendimiento.
¿Qué es la Alta Capacidad intelectual?
¿Es genético?
¿Se lo debo decir?
¿Qué debemos hacer ahora?
¿Dónde debo acudir?
¿Qué debemos hacer en casa? ¿y en el colegio?
Lo que quiero es… que sea ¡Feliz ¡
- Si estas son algunas de las preguntas que te estás haciendo en este momento, contacta conmigo o coméntamelo, me encantará poderte ayudar.
- Si estas en otro punto y también quieres hacerme preguntas… ¡no dudes en preguntarme!
- Si crees que tú hijo adolescente no tiene Alta Capacidad pero quieres hacerme alguna pregunta o te interesa algún tema en particular… no te quedes con las ganas, también podemos encontrar soluciones.
“Que no crean en ti no significa que no seas CAPAZ, tú ¿Qué crees?”
Edith Lando
Coach del Talento y las Emociones.
WWW.edithlando.es
Sobre la autora:
Edith Lando, “Coach del Talento y las Emociones”, Te enseña técnicas las estrategias necesarias en la Educación del S. XXI. Si quieres dedicarle el tiempo necesario para Educar a tus hijos en la Gestión de sus Emociones, a descubrir sus TALENTOS, disfrutando de tú familia y preparando a tus hijos para que el futuro sepan quienes Son independientemente de en qué trabajen.
Bon dia, Edith
Tengo un hijo de casi 11años, David.
Siempre ha sido especial y diferente. Precoz en la psicomotricidad y el lenguaje y en la capacidad de asociacion, una memoria brillante. Rendimiento académico excelente. Y una mala relación con sus iguales. Siempre se ha relacionado mejor con los adultos. Desde pequeño ha sido un niño muy intenso en sus emociones ( negativas y positivas, amor/odio, blanco/negro; sin grises). Muy exigente, miles de preguntas, necesidad de saber el porqué de TODO. Bajísima tolerancia a la frustración. Desconece lo que es el esfuerzo.
Cuando cursaba tercero de primaria estas diferencias respecto a sus iguales se hicieron muy patentes y le ahogaron. Tuvo serios problemas en la escuela que le llevaron a padecer ansiedad y también una depresión clínica ( yo soy médico de familia, buscaba diagnósticos, y lo llevé al pediatra, psicóloga infantil, psiquiatra infantil… pobrecito). Tuvimos que huir de ese centro escolar y desde el curso pasado está en un cole en el que parece feliz.
En este largo camino le hicimos pruebas para determinar si David tenia AACC; el resultado las descartó pero a la vez no fue definitorio: se le practicaron en plena crisis vital, el niño se odiaba a sí mismo, no acudía a clase, se sentía fracasado… ( él ODIA el fracaso)
Actualmente sigue siendo diferente, supongo que tendremos que vivir con ello. Es tan intenso en sus emociones que le cuesta mantener a los amigos.
Vaya rollazo, Edith, disculpa
En definitiva, no lo veo feliz y no sé como puedo ayudarle. Hemos descansado casi dos años de gabinetes y especialistas ( nos convenía a ambos) y me pregunto si vosotros podríais orientarme y ayudar a David. Yo opino que tener AACC no es una ventaja, la diferencia siempre pesa en esta sociedad. Pero he leído tantísimo en este camino, que este es el perfil que más se ajusta a la personalidad y conducta de mi hijo, independientemente de las pruebas. Por eso me dirijo a vosotros aunque no tengamos el DX de AACC para David.
Nada más, Edith, ya me dirás si con lo que te he contado crees que sería bueno concertar visita con vosotros.
Mil gracias, atentamente
Sílvia Crispi